LOS PERUANOS NO DEBEMOS OLVIDAR DE ESTOS TERRORISTAS DEL FUJIMONTECINISMO.
jueves, 28 de abril de 2011
martes, 26 de abril de 2011
Sección: Política Redactor Anónimo
Valora esta noticia:
Publicado: 25 de abril del 2011
Síguenos en:
También hay constructoras entre grupos de poder que están tras la “guerra sucia” contra Ollanta Humala, según la ONPE.
Keiko financiada por banqueros y chilenos
La Noticia
(1) José Chlimper Ackerman (2) Carlos Blanco Oropeza (3) Guillermo Palomino (4) César Luna-Victoria
La candidata presidencial de Fuerza 2011, Keiko Fujimori, tiene como principales financistas de su campaña electoral y de las estrategias de sus psicosociales a banqueros y grandes empresarios, empresas Chilenas y exfuncionarios Fujimoristas, que lucraron durante la dictadura.
Según el reporte de información financiera electoral de la ONPE, uno de los financistas es el vicepresidente del BankBoston Perú, gerente general de América Leasing y jefe de Finanzas Comerciales para Citibank Perú, Guillermo Palomino Bonilla, que donó 125,710 nuevos soles.
Otro de sus incondicionales financistas es el gerente general de la Administradora Jockey Plaza Shopping Center S.A, Juan José Calle Quiroz, quien aportó 41,625 soles. Calle representa a la empresa Chilena.
El gerente general de las constructoras Esparq Inversiones S.A., Ciesa Contratistas Generales SAC y Clasem SAC, Enrique Espinosa Becerra, quien sigue interesado en la construcción del proyecto Costa Verde, donó la suma de 41,625 soles a la campaña Fujimorista.
Otra donación es la del gerente de la Inmobilaria Carmona SAC, Moisés Ackerman Krikler, quien entregó la suma de 55,640 soles. Ackerman es a la vez sucesor procesal del Banco de Crédito del Perú, sucursal Huancayo. Y el gerente general de Inmobilaria Castizal, Luis Santiago Calle Quiroz, aportó la suma de 41,625 soles.
Entre los exfuncionarios que colaboran en la campaña Fujimorista se encuentran el excongresista de Nueva Mayoría-Cambio 90 y gerente de administración y finanzas de Lima Caucho S. A, Carlos Miguel Blanco Oropeza, que entregó la generosa suma de 138,550 soles.
También dejó su óbolo de 100,000 soles el exministro de Agricultura y presidente de Agrokasa, José Chlimper Ackerman, uno de los interesados en el negociado de los alimentos transgénicos.
También el exministro de Industria, Turismo, Integración y Negociaciones Comerciales Internacionales (hoy Ministerio de Comercio Exterior) y exministro de Pesquería, César Luna-Victoria, aportó unos 55,400 nuevos soles.
Otros aportantes son el gerente de Transportes Turísticos Sakura S.A., Miguel Félix Toyofuku Nishimura, que donó 137,500 soles; el presidente del directorio de Finvest Sociedad Agente de Bolsa S.A, José Francisco Limon Bringas, que entregó 110,800 soles; el apoderado de Greenandes Perú SAC y Terminales Portuarios peruanos SAC, Oscar Daniel Hikou Moritani Kutsuma, que contribuyó con 74,817 soles.
También está el exportador de hortalizas y legumbres y director de Galmo SA, Eduardo Montes Vize, quien entregó la generosa partida de 138,702 soles a la campaña Fujimorista.
Javier Solís
Redacción
Valora esta noticia:
Publicado: 25 de abril del 2011
Síguenos en:
También hay constructoras entre grupos de poder que están tras la “guerra sucia” contra Ollanta Humala, según la ONPE.
Keiko financiada por banqueros y chilenos
La Noticia
(1) José Chlimper Ackerman (2) Carlos Blanco Oropeza (3) Guillermo Palomino (4) César Luna-Victoria
La candidata presidencial de Fuerza 2011, Keiko Fujimori, tiene como principales financistas de su campaña electoral y de las estrategias de sus psicosociales a banqueros y grandes empresarios, empresas Chilenas y exfuncionarios Fujimoristas, que lucraron durante la dictadura.
Según el reporte de información financiera electoral de la ONPE, uno de los financistas es el vicepresidente del BankBoston Perú, gerente general de América Leasing y jefe de Finanzas Comerciales para Citibank Perú, Guillermo Palomino Bonilla, que donó 125,710 nuevos soles.
Otro de sus incondicionales financistas es el gerente general de la Administradora Jockey Plaza Shopping Center S.A, Juan José Calle Quiroz, quien aportó 41,625 soles. Calle representa a la empresa Chilena.
El gerente general de las constructoras Esparq Inversiones S.A., Ciesa Contratistas Generales SAC y Clasem SAC, Enrique Espinosa Becerra, quien sigue interesado en la construcción del proyecto Costa Verde, donó la suma de 41,625 soles a la campaña Fujimorista.
Otra donación es la del gerente de la Inmobilaria Carmona SAC, Moisés Ackerman Krikler, quien entregó la suma de 55,640 soles. Ackerman es a la vez sucesor procesal del Banco de Crédito del Perú, sucursal Huancayo. Y el gerente general de Inmobilaria Castizal, Luis Santiago Calle Quiroz, aportó la suma de 41,625 soles.
Entre los exfuncionarios que colaboran en la campaña Fujimorista se encuentran el excongresista de Nueva Mayoría-Cambio 90 y gerente de administración y finanzas de Lima Caucho S. A, Carlos Miguel Blanco Oropeza, que entregó la generosa suma de 138,550 soles.
También dejó su óbolo de 100,000 soles el exministro de Agricultura y presidente de Agrokasa, José Chlimper Ackerman, uno de los interesados en el negociado de los alimentos transgénicos.
También el exministro de Industria, Turismo, Integración y Negociaciones Comerciales Internacionales (hoy Ministerio de Comercio Exterior) y exministro de Pesquería, César Luna-Victoria, aportó unos 55,400 nuevos soles.
Otros aportantes son el gerente de Transportes Turísticos Sakura S.A., Miguel Félix Toyofuku Nishimura, que donó 137,500 soles; el presidente del directorio de Finvest Sociedad Agente de Bolsa S.A, José Francisco Limon Bringas, que entregó 110,800 soles; el apoderado de Greenandes Perú SAC y Terminales Portuarios peruanos SAC, Oscar Daniel Hikou Moritani Kutsuma, que contribuyó con 74,817 soles.
También está el exportador de hortalizas y legumbres y director de Galmo SA, Eduardo Montes Vize, quien entregó la generosa partida de 138,702 soles a la campaña Fujimorista.
Javier Solís
Redacción
domingo, 24 de abril de 2011
"Porque nos merecemos la esperanza, vota por Ollanta Humala" Por Alex Pimentel
En el mundo y en el Perú hay muchas personas y personalidades que representan al liberalismo y al neoliberalismo, como muchos de mis amigos que tengo.
Mario Vargas es de la estipe de los culpables que hilvanan blasfemias contra el pueblo, escupen chinches para no dejar avanzar al pueblo en su reivindicación de sus derechos; ahí los tenemos como moscas en la basura, como: Rosa María Palacios, Aldo Mariátegui, Jaime Bayle, Jaime de Althaus, Cecilia Valenzuela, grupos de evangélicos, el Diabólico cura Cipriani y muchos otros más. Ellos son los que venden su ética profesional, traicionan el credo del periodista por un par de monedas. Ellos son los elegidos por el sistema para hacer sus experimentos. Primero el sistema les lava el cerebro con ácido muriático hasta que pierdan la indignidad. ¡Que bonita es realmente la libertad de prensa y opinión! Mas éstos lo han convertido en libertinaje, porque se ha mezclado con mierda, la corrupción, han vendido su conciencia. Éstos son los culpables de que se perpetúen las injusticias en nuestra patria; no porque tengan buenas ideas, sino, porque la clase dominante les manejan a su antojo, como sus mascotas, caso Perú les manejan las empresas mineras.
Lo que más me sorprende es la sabia decisión que ha tomado Mario Vargas para apoyar a Ollanta Humala. Seguro que se ha dado cuenta que el Nobel lo recibe cualquiera que es fiel sirviente a un sistema injusto e inhumano como Obama, que, recibiendo el premio Nobel de paz, continua en el mundo sembrando dolor, hambre y pobreza. Y que él puede marcar la diferencia inclinándose a la izquierda como lo fue en sus inicios, un empedernido luchador por la justicia, la democracia, a la libertad, enemigo de la corrupción. Luego se dio cuenta que como no tenia pegada en el pueblo, no había entendimiento, se unió a los grupos de poder para que lo editen sus obras y así convertirse en uno de sus más fieles defensores del sistema y del modelo económico neoliberal y eso es lo que ha venido haciendo en los últimos días de su vida.
Mario seguro que no quiere quedar en la historia relegado, olvidado y como un criminal, por la sabia decisión de no apoyar a la mafia de Keiko y a toda la banda Fujimontecinsta, la oligarquía enquistada en nuestra patria, cuya función es saquear nuestros recursos, dando continuidad al modelo económico neoliberal y con ello más corrupción, las injusticas campean por todos los rincones del poder ejecutivo, judicial, legislativo. ¿Se habrá dado cuenta Mario que al liberalismo que tanto defiende es el causante de tantas miserias humanas, corrupción, dictaduras en el mundo? Definitivamente lo que es un hecho es que se dio cuenta que votar por Keiko Fujimori es reencarnar la dictadura de su padre y es peor, que será peor corrupta, genocida que su padre. ¿Se habrá dado cuenta Mario, que estamos perdiendo nuestra amazonia, nuestros hidrocarburos, minas, machucpichu, nuestra dignidad y que éstos últimos gobernantes están haciendo que no nos sintamos orgullos de ser peruanos, el nombre Perú, solo es nombre. Quizá se Habrá dado cuenta esto Mario? Que éstos vende patria de presidentes que hemos tenido hasta permiten que otros patenten el nombre sagrado de Perú. ¿Se habrá dado cuenta Mario que Ollanta Humala representa la voz de millones de peruanos que durante siglos han sido empobrecidos, humillados, esterilizados a la fuerza por el gobierno genocida de Fujimori, para que no se puedan tener su descendencia y que el estado ha venido regalando sus tierras a las trasnacionales?
¿Se habrá dado cuenta Mario, que la historia lo hacen los pueblos y la escriben con su sangre y no los editores de la oligarkía?
¿Se habrá dado cuenta Mario, que de acá 10 años a Jaime Bayle sólo lo leerán su familia y la oligarkia, nada más. El pueblo lo mirará con asco y repugnancia?
¿Se habrá dado cuenta Mario, que el pueblo deposita todo lo que tienen, su esperanza en Ollanta, quién será por voluntad popular Presidente del Perú, para servir a las grandes mayorías y no un puñado de oligarkas, kaciques dueños del Perú por cientos de años?
¿Se habrá dado cuenta Mario, que la voz del pueblo es la voz de Dios, y que Ollanta va ser elegido por el pueblo y en caso que olvide el Comandante Ollanta Humala esto, el pueblo se encargará de juzgarlo y sentenciarlo; igual que hace con todos sus hijos e hijastros.
¿Se habrá dado cuenta Mario, que sus amos a quién defendía a capa y espada, son los culpables que nos estemos quedando sin patria y que Ollanta nos lo va devolver?
¿Se habrá dado cuenta Mario, que el gobierno de Alberto Fujimori era terrorista, corrupto, sanguinario, criminal y que con la hija será el doble o el triple? Keiko Fujimori es el resultado de la formación de su padre, Vladimir Montesinos, narcotráfico, SIN, aprendió en el extranjero(imperio) y con nuestra plata, como robar mejor a los peruanos, aprendió como regalar nuestra patria, al fin y acabo ellos son de Japón les importa un bledo nuestra patria.
De lo que es un hecho , es que en el Perú ya no más engaños, no mas miedos . La gente Intelectual, escritores, poetas se han quedado en el Perú para concientizar y guiar a su pueblo. Ya no más engaños de la prensa corrupta y mercenaria, el pueblo ya no les cree. El pueblo votará por Ollanta, porque quieren ver una patria nueva. No les interesa si Ollanta sigue a Chávez o Castro, el pueblo está cansado de este sistema de hambre y corrupto que abre mas las brechas entre ricos y pobres, el pueblo sólo que quiere cambios en nuestra patria inmensamente rica y a la vez muy pobre. El pueblo ya no será mas manipulado y engañado como lo hacia la mafia Fujimontecinista, no más dictadura. Ollanta nos salvará de la dictadura Fujimontecinista.
http://www.facebook.com/#!/notes/alexpimentel/por-una-patria-con-justicia-social-libre-y-soberana-todos-con-ollanta-por-alex-p/10150580525285271http://www.alexpimentel.tk/
sábado, 23 de abril de 2011
Al descubierto psicosociales contra Ollanta Humala
sábado 23 de abril de 2011
Al descubierto psicosociales contra Ollanta Humala
Diario La Primera - 23/04/2011
El gobierno estaría preparando una serie de psicosociales al estilo fujimontesinista para desprestigiar al candidato presidencial de Gana Perú,Ollanta Humala, en la segunda vuelta electoral y favorecer a Keiko Fujimori, revelaron a LA PRIMERA fuentes de la alianza Fuerza 2011.
Los informantes revelaron que estos psicosociales se encuentran en varias etapas de preparación, con el fin de que sean propalados en diversos momentos y circunstancias por programas periodísticos y diarios alineados con la candidatura de Keiko Fujimori, hija del exdictador preso por violación a los derechos humanos y por corrupción.
Los informantes revelaron que estos psicosociales se encuentran en varias etapas de preparación, con el fin de que sean propalados en diversos momentos y circunstancias por programas periodísticos y diarios alineados con la candidatura de Keiko Fujimori, hija del exdictador preso por violación a los derechos humanos y por corrupción.
![]() |
(1) Quieren traer a Jaime Bayly al Canal 9 para campaña contra candidato de Gana Perú. (2) La candidata de Fuerza 2011, junto a sus colaboradores como Yoshiyama, están detrás del plan. |
“Un grupo de empresarios mineros adversos a Ollanta Humala se han reunido para juntar una ‘bolsa’ de dinero con el fin de subvencionar estos psicosociales denominados planes, para demoler a Ollanta Humala y a su entorno al estilo del siniestro exasesor Vladimiro Montesinos”, informaron.
Estos planes estarían siendo preparados por agentes de la Dirección Nacional de Inteligencia (Dini) en combinación con la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior y la Dirección de Inteligencia de laPolicía Nacional del Perú, bajo órdenes del gobierno.
El primer psicosocial que estaría en vías de preparación y a punto de ejecutarse sería el denominado plan “Cadete”. Luego vendrían los planes “Conexión”, “Pituco” y “Bloqueo” o “Aislamiento”. La consigna es demoler la candidatura de Ollanta Humala a como dé lugar.
El plan “Cadete”
El objetivo del plan “Cadete” sería contratar a Jaime Bayly, para que conduzca un programa parecido a “El Francotirador”, para atacar al candidato presidencial de GanaPerú con el objetivo de destruir su imagen, como lo hizo con Lourdes Flores durante la campaña municipal.
Este programa sería propalado por el grupo ATV, a través de sus canales 9 y 13, empresas vinculadas al empresario mexicano Ángel González, conocido como “El Fantasma”, que no estaría muy convencido de la idea debido a que pesa sobre su cabeza una investigación sobre su grado de participación económica en esa corporación.
La resistencia del mexicano Ángel González a participar de el psicosocial se debería a que la Ley de Telecomunicaciones prohíbe que los extranjeros sean dueños de medios de comunicación. Además, este hecho implicaría una injerencia extranjera en la campaña electoral en contra de las normas del Jurado Nacional de Elecciones y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Plan “Conexión”
El siguiente plan que fraguan los servicios de inteligencia del gobierno se denomina plan “Conexión” y tiene que ver con videos grabados por agentes de inteligencia en cumplimiento de su función de vigilar y realizar seguimientos a todas las personalidades políticas para salvaguardar la seguridad del Estado.
Entre todos estos materiales grabados en videos figuran los seguimientos realizados aOllanta Humala durante sus visitas a las embajadas de Cuba y Venezuela, para demoler su imagen acusándolo de una vinculación con los gobiernos de esos países, pese a que todos los líderes políticos importantes alternan, como lo hace Ollanta, con diplomáticos de diversas naciones acreditados en el Perú, de manera plural.
De esta manera, los complotados ocultarían las reuniones que Ollanta Humala también sostuvo con funcionarios de la Embajada del Brasil y de la Unión Europea, para tratar de temas generales en materia de relaciones exteriores.
“Está claro que el uso de materiales grabados por la Dirección Nacional de Inteligencia (Dini) es una cuestión de seguridad nacional, porque no se pueden utilizar estos videos para favorecer a un determinado candidato al estilo de Vladimiro Montesinos”, opinaron las fuentes consultadas, al recordar que acciones de guerra sucia similares fueron hechas por el gobierno aprista en los primeros años de su administración.
Plan “Pituco”
Las mismas fuentes revelaron que igualmente está en preparación el plan “Pituco”, para el cual se ha contratado a una empresa para investigar las propiedades de Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia, para tachar a su familia de gente pudiente y sin ninguna relación con los intereses del pueblo.
“De paso van a buscar algo que no hubieran declarado para acusarlos de mentirosos como se hizo con la alcaldesa Susana Villarán durante la campaña electoral municipal”, indicaron.
Lo más grave de todo es que utilizaron a la propietaria de una casa, en San Borja, para que ofrezca a Nadine Heredia una transacción inmobiliaria que no se realizó. “La señora se prestó para que la conversación que sostuvo con Nadine Heredia fuera filmada. Todo está orquestado por el gobierno para desprestigiar a la familia de Ollanta Humala”, precisaron nuestros informantes.
Nuestras fuentes manifestaron preocupación porque, como en la época de Fujimori-Montesinos, los servicios de inteligencia, cuya misión es la defensa nacional, son usados para fines políticos subalternos.
Plan “Bloqueo”
La conspiración del gobierno para enlodar a Ollanta Humala en las elecciones también alcanzaría a su entorno en las personas del jefe de campaña de Gana Perú, Salomón Lerner, y del candidato de Gana Perú a la vicepresidencia, Omar Chehade, objetivos de otro psicosocial, el plan “Bloqueo”.
“A Salomón Lerner se le prepara una acusación de haber tenido relaciones profesionales con los gobiernos de Juan Velasco, Alejandro Toledo y otros. Se le trataría de presentar como un empresario inescrupuloso en el campo de la importación de armas”, dijeron nuestros informantes.
Al ex procurador anticorrupción Omar Chehade se le piensa calumniar en dos frentes; acusando a su estudio de abogados de haber defendido a acusados de narcotráfico, y acusándolo a él, también falsamente, de haber supuestamente filtrado cierta información aChile cuando estaba en ese país para extraditar a Alberto Fujimori, entonces fugitivo de la justicia peruana.
Jaime Yoshiyama
El candidato de Fuerza 2011 a la segunda vicepresidencia, Jaime Yoshiyama, sería el contacto del Fujimorismo con la Dirección Nacional de Inteligencia (Dini) y el gobierno, para orquestar esta campaña de difamación que estaría preparándose contra Ollanta Humala. LA PRIMERA seguirá dando detalles sobre la guerra sucia del gobierno y elFujimorismo contra el ganador de LA PRIMERA vuelta electoral.
Llamil Vásquez
Redacción
jueves, 21 de abril de 2011
¿Hay programa secreto de armamento nuclear en la planta de Fukushima?
¿Hay programa secreto de armamento nuclear en la planta de Fukushima?
Posiblemente la industria nuclear y las instancias gubernamentales están luchando para evitar que se descubran unas instalaciones dedicadas a la investigación de bombas atómicas
kaos. Internacional | ALBA TV /Global Research | Hoy a las 20:20 | 598 lecturas | 1 comentario
www.kaosenlared.net/noticia/hay-programa-secreto-armamento-nuclear-planta-fukushima
El tratado de seguridad EEUU-Japón retrasó fatalmente los esfuerzos de los trabajadores de la central para evitar la fusión del reactor
¿Programa secreto de armamento en la planta nuclear de Fukushima?
Los confusos e incluso contradictorios informes sobre la planta nuclear de Fukushima I no pueden ser únicamente consecuencia de los desastres causados por el tsunami, la torpeza o la falta de información. Los inexplicables retrasos y las incomprensibles explicaciones de la Tokio Electric Power Company (TEPCO) y del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (MECI) parecen ser fruto de algún factor que se ha intentado soslayar.
La cortina de humo sobre Fukushima 1 parece ocultar un firme propósito, una voluntad de hierro y una tarea sombría desconocida para los de fuera. La explicación más lógica podría ser que la industria nuclear y las instancias gubernamentales están luchando para evitar que se descubran unas instalaciones dedicadas a la investigación de bombas atómicas escondidas dentro de las plantas de energía nuclear civil de Japón.
Un programa secreto de armas nucleares es como una especie de fantasma en la maquinaria, detectable tan sólo cuando el sistema del control de la información falla o se rompe. Es necesario que dirijamos una mirada cuidadosa a las disparidades entre el relato oficial y los inesperados sucesos.
Informes contradictorios
TEPCO, el operador de energía nuclear de Japón, informó inicialmente que había tres reactores funcionando en el momento en que se produjo el terremoto de Tohoku y el tsunami del 11 de marzo. Después, una explosión de hidrógeno agrietó la Unidad 3, provocando que hubiera escapes de óxido mezclado con uranio-plutonio (o MOX). La Unidad 6 desapareció inmediatamente de la lista de reactores operativos, a la vez que de la Unidad 3 empezaban a escaparse partículas enormemente letales de plutonio. El plutonio es el elemento del que se componen las ojivas nucleares más pequeñas, que se libera con mayor facilidad.
Un incendio estalló dentro de la dañada vasija de contención del reactor de la Unidad 4, al parecer debido al sobrecalentamiento de las barras desechadas de combustible de uranio depositadas en una piscina de enfriamiento en seco. Pero las dimensiones del fuego indican que este reactor se mantenía encendido para algún objetivo que no era la generación de electricidad. Su omisión de la lista de operaciones generadoras de electricidad plantea la pregunta de si la Unidad 4 estaría utilizándose para enriquecer uranio, el primer paso del proceso que conduce a la extracción de material fisionable al nivel necesario para construir armas nucleares.
La aparición de agua de mar irradiada en el Pacífico supone otra pieza del puzzle, porque es imposible rastrear su fuente subterránea (o quizá porque es inconfesable). El laberinto de tuberías inundadas, donde se encontraron los cuerpos desaparecidos de dos trabajadores de la central –desaparición que no se había comentado ante los medios con anterioridad-, bien podía contener la respuesta al misterio: un laboratorio que nadie se atreve a nombrar.
Guerra política
En reacción a la demanda del Primer Ministro Naoto Kan de una pronta información sobre los problemas, el lobby pro-nuclear cerró filas, negándole información vital a la oficina del Primer Ministro. La gran alianza de los partidarios de la energía nuclear incluye a TEPCO, al diseñador de la planta de General Electric, al MECI, al anterior partido gobernante, el Partido Demócrata-Liberal y, según todos los indicios, a la Casa Blanca.
Los ministros del gabinete encargados de las comunicaciones y de las emergencias nacionales arremetieron recientemente contra Banri Kaeda, el jefe del MECI, por actuar a la vez como promotor y regulador nuclear encargado de la ahora amordazada Comisión por la Seguridad Industrial y Nuclear. TEPCO contraatacó con toda rapidez culpando al sobrevuelo del helicóptero del Primer Ministro de haber retrasado la ventilación de los gases volátiles, provocando así una explosión en el Reactor 2. Por “razones de salud”, el presidente de TEPCO se retiró a una sala de hospital, cortándole a Kan la línea de comunicación con la compañía y desautorizando su visita a Fukushima 1.
La enemistad que Kan mantiene con su rival en el Partido Democrático Ichiro Ozawa ha acabado perjudicándole, porque era el único aliado potencial de peso con quien habría podido enfrentarse a la formidable coalición a favor de la energía nuclear.
El jefe de los Demócratas Liberales, que promovió la energía nuclear en sus casi 54 años de trayectoria, acaba de mantener conversaciones confidenciales con el Embajador de EEUU, John Roos, mientras el Presidente Obama hacía declaraciones en apoyo de las nuevas plantas de energía nuclear por todo EEUU.
Corte en las comunicaciones
El contenido no revelado de las conversaciones entre Tokio y Washington puede deducirse a partir de las interrupciones a las recientes llamadas telefónicas que le hice a un colega periodista japonés. Cuando estaba dentro de zona caliente radioactiva, su número de móvil se desconectaba, al igual que los móviles de los trabajadores nucleares de Fuskushima, a los que se negaba el acceso telefónico con el mundo exterior. La suspensión del servicio no se debe a fallos de diseño. Al ayudar en la preparación del plan de respuesta a la crisis de Tohoku en 1996, mis esfuerzos se centraron en garantizar que las estaciones base de los móviles tuvieran suficiente energía como para poder recargarse con toda rapidez.
Una llamada telefónica posterior cuando mi colega regresó a Tokio se cortó de inmediato en cuanto mencioné “GE” [General Electric]. Ese incidente ocurrió el día en que el director ejecutivo de GE, Jeff Immelt, aterrizaba en Tokio con la promesa de reconstruir la planta nuclear de Fukushima 1. Tales supuestas escuchas son sólo posibles si el operador de la telefonía nacional, NTT, está cooperando con el programa para interceptar señales de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA, por sus siglas en inglés).
El acuerdo de Manchuria
La cadena de sucesos detrás de esta inmensa fabricación de mentiras se remonta a muchas décadas atrás.
Durante la ocupación militar japonesa del noreste de China en los años de la década de 1930, el estado-títere de Manchukuo se fue forjando como potencia económica totalmente moderna en apoyo de un superpoblado Japón y su maquinaria militar. Un planificador de la economía de alto rango llamado Nobusuke Kishi trabajó estrechamente con el entonces comandante de la división ocupante de Kanto, conocido por los chinos como el General Hideki Tojo, del Ejército de Kwantung.
Los estrechos vínculos entre el ejército y los economistas coloniales produjeron sorprendentes logros tecnológicos, incluido el prototipo del tren bala (o Shinkasen) y el comienzo del proyecto de bomba atómica de Japón en el norte de Corea. Cuando Tojo se convirtió en Primer Ministro de Japón durante la época bélica, Kishi fue designado Ministro de Comercio y Economía, planeándose entonces una guerra total a escala global.
Después de la derrota de Japón en 1945, tanto Tojo como Kishi fueron declarados culpables como criminales de guerra de Clase A, pero Kishi se libró de la horca por razones desconocidas, posiblemente por sus útiles conocimientos para una nación devastada por la guerra. La concepción del escuálido economista de una economía controlada a nivel central proporcionó el anteproyecto para el MCII (Ministerio de Comercio Internacional e Industria), predecesor del MECI, que creó el milagro económico que transformó el Japón de la posguerra en una superpotencia económica.
Después de abrirse paso a empujones para caerle en gracia al Guerrero del Frío John Foster Dulles, el secretario de estado de Eisenhower, Kishi fue elegido Primer Ministro en 1957. Su protegido Yashuhiro Nakasone, ex oficial naval y futuro Primer Ministro, encabezó la campaña de Japón para convertirse en potencia nuclear bajo la cobertura de la Ley Básica de la Energía Atómica.
Complicidad estadounidense
Kishi negoció en secreto un acuerdo con la Casa Blanca que permitía que el ejército de EEUU almacenara bombas atómicas en Okinawa y en la estación naval-aérea de Atsugi, en los alrededores de Tokio. (El cabo de marines Lee Harvey Oseald sirvió como guardia en el arsenal subterráneo de ojivas nucleares de Atsugi). A cambio, EEUU dio su visto bueno para que Japón emprendiera un programa nuclear para uso “civil”.
Fue necesaria toda una diplomacia secreta debido al abrumador sentimiento del pueblo japonés en contra de la energía nuclear tras los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. Hace dos años, Katsuya Okada, Ministro de Asuntos Exteriores en el gabinete del Primer Ministro del Partido Democrático Yukio Hatoyama (que desempeñó ese puesto durante nueve meses de 2009 a 2010), sacó a la luz el texto del acuerdo secreto.
De ese documento, que había estado encerrado dentro de los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores, habían desaparecido muchos detalles clave. El veterano diplomático jubilado Kazuhiko Togo reveló que los asuntos más sensibles se recogieron en breves documentos adjuntos, algunos de los cuales se guardaban en una mansión frecuentada por el hermanastro de Kishi, el difunto Primer Ministro Eisaku Sato (que estuvo en el poder desde 1964 a 1972). Esas notas diplomáticas, mucho más importantes, añadió Togo, se habían eliminado y consiguientemente desaparecido.
En Japón, estas revelaciones se consideraron de especial importancia, sin embargo, los medios occidentales las ignoraron en gran medida. Con la planta nuclear de Fukushima cada vez más llena de humo, el mundo está pagando ahora el precio de esa negligencia periodística.
En su visita a Gran Bretaña del año 1959, un helicóptero militar trasladó a Kishi hasta la planta nuclear de Bradwell en Essex. Al año siguiente, se firmó el primer anteproyecto de seguridad entre EEUU y Japón, a pesar de las protestas masivas celebradas en Tokio. Un par de años después, la firma británica GEC construía el primer reactor nuclear en Tokaimura, en la Prefectura de Ibaragi. Al mismo tiempo, inmediatamente después de las Olimpiadas de Tokio de 1964, el recién inaugurado tren bala deslizante Shinkansen atravesando la ladera del Monte Fuji proporcionaba la racionalidad perfecta para promover la electricidad de origen nuclear.
Kishi pronunció la famosa declaración de que “las armas nucleares no están expresamente prohibidas” en función del artículo 9 de la Constitución de la posguerra que prohibía la energía con fines bélicos. Su nieto, el entonces Primer Ministro Shinzo Abe, repitió dos años después esas palabras. La “crisis” en curso con Corea del Norte sirvió de pretexto para que esta progenie de tercera generación de la elite política pusiera a flote la idea de un Japón dotado de armas nucleares. Muchos periodistas y expertos de inteligencia japoneses asumen que el programa secreto ha avanzado lo suficiente como para conseguir el montaje rápido de un arsenal de ojivas nucleares, y que se han llevado a cabo pruebas subterráneas a niveles subcríticos con bolitas pequeñas de plutonio.
Saboteando las fuentes de energías alternativas
La cínica actitud del lobby nuclear se extiende hacia el futuro lejano, estrangulando de raíz la única fuente viable de energía alternativa del archipiélago japonés: la energía eólica costera. A pesar de décadas de investigación, Japón tiene sólo el 5% de la producción energética eólica de China, una economía (al menos de momento) de tamaño comparable. La industria pesada de Mitsubishi, socio en la energía nuclear de Westinghouse, fabrica turbinas de viento pero sólo para el mercado de exportación.
La zona de Siberia, con sus altas presiones, asegura un flujo de viento fuerte y constante sobre el norte de Japón, pero las compañías del servicio público de la región no aprovechan ese recurso de energía natural. La razón es que TEPCO, que tiene su sede en Tokio y controla el mayor mercado energético, actúa en gran medida como un shogun sobre las nueve compañías energéticas regionales y la red nacional. Sus burócratas, ejecutivos y políticos de alto rango, grandes influencias y bolsillos profundos, como el gobernador de Tokio Shintaro Ishihara, aunque con ambiciones nucleares, mantienen a los contratistas y generales de la defensa de su lado. Pero TEPCO no es el mandamás aquí. Su socio principal en esta mega-empresa es la creación de Kishi, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria (MECI).
El lugar para las pruebas nacionales para calibrar el viento marino costero no está, lamentablemente, situado en Hokkaido o Niigata, tan azotados por el viento, sino mucho más hacia el sureste, en la Prefectura de Chiba. Los resultados de estas pruebas, que decidirán el destino de la energía eólica, no van a hacerse públicas hasta 2015. El patrocinador de un proyecto de tan lento recorrido es TEPCO.
La muerte de la disuasión
Aunque en 2009, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) emitió una apagada advertencia acerca de la reforzada deriva de Japón hacia una bomba nuclear, no hizo nada más. La Casa Blanca tiene que hacer la vista gorda ante la radiación que pasa por los cielos estadounidenses o exponerse al riesgo de un vergonzoso doble rasero en cuanto a la proliferación nuclear de un aliado. Además, la callada aprobación de Washington de una bomba japonesa no casa muy bien con el recuerdo tanto de Pearl Harbor como de Hiroshima.
En sí misma, una capacidad de disuasión nuclear no sería ni objetable ni ilegal en el improbable caso de que la mayoría de los japoneses votaran a favor de una enmienda constitucional del Artículo 9. La tenencia legalizada requeriría inspecciones de seguridad, controles estrictos y transparencia, de forma tal que se podría haber acelerado una respuesta de emergencia en Fukushima. En cambio, un desarrollo secreto armamentístico no hace sino crear una total abundancia de problemas. En el caso de una emergencia, como la que está desarrollándose en este momento, es el secreto lo que se impone a toda costa, incluso aunque suponga innumerables hibakusha, o víctimas nucleares.
En lugar de habilitar un sistema de disuasión regional y un regreso al estatus de gran potencia, el acuerdo de Manchuria sembró las bombas de relojería que están ahora vomitando radiación alrededor del mundo. El nihilismo en el corazón de esta amenaza nuclear para la humanidad no se esconde en el interior de Fukushima 1, sino dentro de la mentalidad de la seguridad nacional. Sólo derogando el tratado de seguridad entre EEUU y Japón podrá liquidarse el espectro de autodestrucción existente, la causa raíz del secretismo que retrasó fatalmente la lucha de los trabajadores nucleares contra la fusión del reactor nuclear.
Yoichi Shimatsu es editor especial de 4th Media y escritor medioambientalista. Vive en Hong Kong. Es antiguo editor del Japan Times Weekly y colaborador frecuente también de Global Research.
Traducido por Vidal Rivero
¿Programa secreto de armamento en la planta nuclear de Fukushima?
Los confusos e incluso contradictorios informes sobre la planta nuclear de Fukushima I no pueden ser únicamente consecuencia de los desastres causados por el tsunami, la torpeza o la falta de información. Los inexplicables retrasos y las incomprensibles explicaciones de la Tokio Electric Power Company (TEPCO) y del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (MECI) parecen ser fruto de algún factor que se ha intentado soslayar.
La cortina de humo sobre Fukushima 1 parece ocultar un firme propósito, una voluntad de hierro y una tarea sombría desconocida para los de fuera. La explicación más lógica podría ser que la industria nuclear y las instancias gubernamentales están luchando para evitar que se descubran unas instalaciones dedicadas a la investigación de bombas atómicas escondidas dentro de las plantas de energía nuclear civil de Japón.
Un programa secreto de armas nucleares es como una especie de fantasma en la maquinaria, detectable tan sólo cuando el sistema del control de la información falla o se rompe. Es necesario que dirijamos una mirada cuidadosa a las disparidades entre el relato oficial y los inesperados sucesos.
Informes contradictorios
TEPCO, el operador de energía nuclear de Japón, informó inicialmente que había tres reactores funcionando en el momento en que se produjo el terremoto de Tohoku y el tsunami del 11 de marzo. Después, una explosión de hidrógeno agrietó la Unidad 3, provocando que hubiera escapes de óxido mezclado con uranio-plutonio (o MOX). La Unidad 6 desapareció inmediatamente de la lista de reactores operativos, a la vez que de la Unidad 3 empezaban a escaparse partículas enormemente letales de plutonio. El plutonio es el elemento del que se componen las ojivas nucleares más pequeñas, que se libera con mayor facilidad.
Un incendio estalló dentro de la dañada vasija de contención del reactor de la Unidad 4, al parecer debido al sobrecalentamiento de las barras desechadas de combustible de uranio depositadas en una piscina de enfriamiento en seco. Pero las dimensiones del fuego indican que este reactor se mantenía encendido para algún objetivo que no era la generación de electricidad. Su omisión de la lista de operaciones generadoras de electricidad plantea la pregunta de si la Unidad 4 estaría utilizándose para enriquecer uranio, el primer paso del proceso que conduce a la extracción de material fisionable al nivel necesario para construir armas nucleares.
La aparición de agua de mar irradiada en el Pacífico supone otra pieza del puzzle, porque es imposible rastrear su fuente subterránea (o quizá porque es inconfesable). El laberinto de tuberías inundadas, donde se encontraron los cuerpos desaparecidos de dos trabajadores de la central –desaparición que no se había comentado ante los medios con anterioridad-, bien podía contener la respuesta al misterio: un laboratorio que nadie se atreve a nombrar.
Guerra política
En reacción a la demanda del Primer Ministro Naoto Kan de una pronta información sobre los problemas, el lobby pro-nuclear cerró filas, negándole información vital a la oficina del Primer Ministro. La gran alianza de los partidarios de la energía nuclear incluye a TEPCO, al diseñador de la planta de General Electric, al MECI, al anterior partido gobernante, el Partido Demócrata-Liberal y, según todos los indicios, a la Casa Blanca.
Los ministros del gabinete encargados de las comunicaciones y de las emergencias nacionales arremetieron recientemente contra Banri Kaeda, el jefe del MECI, por actuar a la vez como promotor y regulador nuclear encargado de la ahora amordazada Comisión por la Seguridad Industrial y Nuclear. TEPCO contraatacó con toda rapidez culpando al sobrevuelo del helicóptero del Primer Ministro de haber retrasado la ventilación de los gases volátiles, provocando así una explosión en el Reactor 2. Por “razones de salud”, el presidente de TEPCO se retiró a una sala de hospital, cortándole a Kan la línea de comunicación con la compañía y desautorizando su visita a Fukushima 1.
La enemistad que Kan mantiene con su rival en el Partido Democrático Ichiro Ozawa ha acabado perjudicándole, porque era el único aliado potencial de peso con quien habría podido enfrentarse a la formidable coalición a favor de la energía nuclear.
El jefe de los Demócratas Liberales, que promovió la energía nuclear en sus casi 54 años de trayectoria, acaba de mantener conversaciones confidenciales con el Embajador de EEUU, John Roos, mientras el Presidente Obama hacía declaraciones en apoyo de las nuevas plantas de energía nuclear por todo EEUU.
Corte en las comunicaciones
El contenido no revelado de las conversaciones entre Tokio y Washington puede deducirse a partir de las interrupciones a las recientes llamadas telefónicas que le hice a un colega periodista japonés. Cuando estaba dentro de zona caliente radioactiva, su número de móvil se desconectaba, al igual que los móviles de los trabajadores nucleares de Fuskushima, a los que se negaba el acceso telefónico con el mundo exterior. La suspensión del servicio no se debe a fallos de diseño. Al ayudar en la preparación del plan de respuesta a la crisis de Tohoku en 1996, mis esfuerzos se centraron en garantizar que las estaciones base de los móviles tuvieran suficiente energía como para poder recargarse con toda rapidez.
Una llamada telefónica posterior cuando mi colega regresó a Tokio se cortó de inmediato en cuanto mencioné “GE” [General Electric]. Ese incidente ocurrió el día en que el director ejecutivo de GE, Jeff Immelt, aterrizaba en Tokio con la promesa de reconstruir la planta nuclear de Fukushima 1. Tales supuestas escuchas son sólo posibles si el operador de la telefonía nacional, NTT, está cooperando con el programa para interceptar señales de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA, por sus siglas en inglés).
El acuerdo de Manchuria
La cadena de sucesos detrás de esta inmensa fabricación de mentiras se remonta a muchas décadas atrás.
Durante la ocupación militar japonesa del noreste de China en los años de la década de 1930, el estado-títere de Manchukuo se fue forjando como potencia económica totalmente moderna en apoyo de un superpoblado Japón y su maquinaria militar. Un planificador de la economía de alto rango llamado Nobusuke Kishi trabajó estrechamente con el entonces comandante de la división ocupante de Kanto, conocido por los chinos como el General Hideki Tojo, del Ejército de Kwantung.
Los estrechos vínculos entre el ejército y los economistas coloniales produjeron sorprendentes logros tecnológicos, incluido el prototipo del tren bala (o Shinkasen) y el comienzo del proyecto de bomba atómica de Japón en el norte de Corea. Cuando Tojo se convirtió en Primer Ministro de Japón durante la época bélica, Kishi fue designado Ministro de Comercio y Economía, planeándose entonces una guerra total a escala global.
Después de la derrota de Japón en 1945, tanto Tojo como Kishi fueron declarados culpables como criminales de guerra de Clase A, pero Kishi se libró de la horca por razones desconocidas, posiblemente por sus útiles conocimientos para una nación devastada por la guerra. La concepción del escuálido economista de una economía controlada a nivel central proporcionó el anteproyecto para el MCII (Ministerio de Comercio Internacional e Industria), predecesor del MECI, que creó el milagro económico que transformó el Japón de la posguerra en una superpotencia económica.
Después de abrirse paso a empujones para caerle en gracia al Guerrero del Frío John Foster Dulles, el secretario de estado de Eisenhower, Kishi fue elegido Primer Ministro en 1957. Su protegido Yashuhiro Nakasone, ex oficial naval y futuro Primer Ministro, encabezó la campaña de Japón para convertirse en potencia nuclear bajo la cobertura de la Ley Básica de la Energía Atómica.
Complicidad estadounidense
Kishi negoció en secreto un acuerdo con la Casa Blanca que permitía que el ejército de EEUU almacenara bombas atómicas en Okinawa y en la estación naval-aérea de Atsugi, en los alrededores de Tokio. (El cabo de marines Lee Harvey Oseald sirvió como guardia en el arsenal subterráneo de ojivas nucleares de Atsugi). A cambio, EEUU dio su visto bueno para que Japón emprendiera un programa nuclear para uso “civil”.
Fue necesaria toda una diplomacia secreta debido al abrumador sentimiento del pueblo japonés en contra de la energía nuclear tras los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. Hace dos años, Katsuya Okada, Ministro de Asuntos Exteriores en el gabinete del Primer Ministro del Partido Democrático Yukio Hatoyama (que desempeñó ese puesto durante nueve meses de 2009 a 2010), sacó a la luz el texto del acuerdo secreto.
De ese documento, que había estado encerrado dentro de los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores, habían desaparecido muchos detalles clave. El veterano diplomático jubilado Kazuhiko Togo reveló que los asuntos más sensibles se recogieron en breves documentos adjuntos, algunos de los cuales se guardaban en una mansión frecuentada por el hermanastro de Kishi, el difunto Primer Ministro Eisaku Sato (que estuvo en el poder desde 1964 a 1972). Esas notas diplomáticas, mucho más importantes, añadió Togo, se habían eliminado y consiguientemente desaparecido.
En Japón, estas revelaciones se consideraron de especial importancia, sin embargo, los medios occidentales las ignoraron en gran medida. Con la planta nuclear de Fukushima cada vez más llena de humo, el mundo está pagando ahora el precio de esa negligencia periodística.
En su visita a Gran Bretaña del año 1959, un helicóptero militar trasladó a Kishi hasta la planta nuclear de Bradwell en Essex. Al año siguiente, se firmó el primer anteproyecto de seguridad entre EEUU y Japón, a pesar de las protestas masivas celebradas en Tokio. Un par de años después, la firma británica GEC construía el primer reactor nuclear en Tokaimura, en la Prefectura de Ibaragi. Al mismo tiempo, inmediatamente después de las Olimpiadas de Tokio de 1964, el recién inaugurado tren bala deslizante Shinkansen atravesando la ladera del Monte Fuji proporcionaba la racionalidad perfecta para promover la electricidad de origen nuclear.
Kishi pronunció la famosa declaración de que “las armas nucleares no están expresamente prohibidas” en función del artículo 9 de la Constitución de la posguerra que prohibía la energía con fines bélicos. Su nieto, el entonces Primer Ministro Shinzo Abe, repitió dos años después esas palabras. La “crisis” en curso con Corea del Norte sirvió de pretexto para que esta progenie de tercera generación de la elite política pusiera a flote la idea de un Japón dotado de armas nucleares. Muchos periodistas y expertos de inteligencia japoneses asumen que el programa secreto ha avanzado lo suficiente como para conseguir el montaje rápido de un arsenal de ojivas nucleares, y que se han llevado a cabo pruebas subterráneas a niveles subcríticos con bolitas pequeñas de plutonio.
Saboteando las fuentes de energías alternativas
La cínica actitud del lobby nuclear se extiende hacia el futuro lejano, estrangulando de raíz la única fuente viable de energía alternativa del archipiélago japonés: la energía eólica costera. A pesar de décadas de investigación, Japón tiene sólo el 5% de la producción energética eólica de China, una economía (al menos de momento) de tamaño comparable. La industria pesada de Mitsubishi, socio en la energía nuclear de Westinghouse, fabrica turbinas de viento pero sólo para el mercado de exportación.
La zona de Siberia, con sus altas presiones, asegura un flujo de viento fuerte y constante sobre el norte de Japón, pero las compañías del servicio público de la región no aprovechan ese recurso de energía natural. La razón es que TEPCO, que tiene su sede en Tokio y controla el mayor mercado energético, actúa en gran medida como un shogun sobre las nueve compañías energéticas regionales y la red nacional. Sus burócratas, ejecutivos y políticos de alto rango, grandes influencias y bolsillos profundos, como el gobernador de Tokio Shintaro Ishihara, aunque con ambiciones nucleares, mantienen a los contratistas y generales de la defensa de su lado. Pero TEPCO no es el mandamás aquí. Su socio principal en esta mega-empresa es la creación de Kishi, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria (MECI).
El lugar para las pruebas nacionales para calibrar el viento marino costero no está, lamentablemente, situado en Hokkaido o Niigata, tan azotados por el viento, sino mucho más hacia el sureste, en la Prefectura de Chiba. Los resultados de estas pruebas, que decidirán el destino de la energía eólica, no van a hacerse públicas hasta 2015. El patrocinador de un proyecto de tan lento recorrido es TEPCO.
La muerte de la disuasión
Aunque en 2009, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) emitió una apagada advertencia acerca de la reforzada deriva de Japón hacia una bomba nuclear, no hizo nada más. La Casa Blanca tiene que hacer la vista gorda ante la radiación que pasa por los cielos estadounidenses o exponerse al riesgo de un vergonzoso doble rasero en cuanto a la proliferación nuclear de un aliado. Además, la callada aprobación de Washington de una bomba japonesa no casa muy bien con el recuerdo tanto de Pearl Harbor como de Hiroshima.
En sí misma, una capacidad de disuasión nuclear no sería ni objetable ni ilegal en el improbable caso de que la mayoría de los japoneses votaran a favor de una enmienda constitucional del Artículo 9. La tenencia legalizada requeriría inspecciones de seguridad, controles estrictos y transparencia, de forma tal que se podría haber acelerado una respuesta de emergencia en Fukushima. En cambio, un desarrollo secreto armamentístico no hace sino crear una total abundancia de problemas. En el caso de una emergencia, como la que está desarrollándose en este momento, es el secreto lo que se impone a toda costa, incluso aunque suponga innumerables hibakusha, o víctimas nucleares.
En lugar de habilitar un sistema de disuasión regional y un regreso al estatus de gran potencia, el acuerdo de Manchuria sembró las bombas de relojería que están ahora vomitando radiación alrededor del mundo. El nihilismo en el corazón de esta amenaza nuclear para la humanidad no se esconde en el interior de Fukushima 1, sino dentro de la mentalidad de la seguridad nacional. Sólo derogando el tratado de seguridad entre EEUU y Japón podrá liquidarse el espectro de autodestrucción existente, la causa raíz del secretismo que retrasó fatalmente la lucha de los trabajadores nucleares contra la fusión del reactor nuclear.
Yoichi Shimatsu es editor especial de 4th Media y escritor medioambientalista. Vive en Hong Kong. Es antiguo editor del Japan Times Weekly y colaborador frecuente también de Global Research.
Traducido por Vidal Rivero
Más información:
Suscribirse a:
Entradas (Atom)