soy el cantor que anda por
todo el mundo
contemplando y transformando
todo lo que me rodea,
me armo hasta los dientes
de amor, justicia y libertad,
para bombardear al tirano
para denunciar las injusticias
que siembra el imperio, hasta en la sopa.
Mi poesía es una mano abierta
y no un puño cerrado,
como el corazón de los que hieren a mis hermanos,
mi poesía es un arma
que lo uso para despertar conciencias.
Yo no tengo miedo
si una bala de la CIA
corteja mis sienes rebeldes,
y la bala no pueda callar mi voz,
la elevará hasta las estrellas
y el eco , traspasará
hasta el último rincón de la casa blanca.
Cantaran conmigo
No, unos cuantos sino serán cientos de miles,
que dirán: el cementerio esta lleno de valientes
y el mundo lleno de cobardes.
Y ya no serán miles , serán millones,
que se atreverán mirar al sol de frente,
caminarán por los desiertos, montañas
y bosques,
llevando rosas rojas,
entregando el pecho desnudo
a la bestia del imperio, pero
ni balas podrán perforar el pecho
que tiene como escudo , el amor.
Así seremos,
como el buitre que lucha en el aire
contra el águila,
seremos como la mar que resucita
cada mañana, dando vida,
seremos mejores que los salmones
así seremos…
y yo seguiré cantando
por los bosques y más allá del bosque
aunque no tenga lengua,
Uds. Serán mi voz,
serán también mis ojos,
mis manos, mis pies…
Y seguiremos cantando
todos un solo ritmo,
el de la revolución,
¡Donde vivamos
todos como hermanos!
Como diría el más grande
Revolucionario de la
Humanidad, Jesucristo.
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